El planteamiento de problema ético es una descripción concisa de un problema que debe abordarse o una condición que debe mejorarse, en el se identifica la brecha entre el estado actual (problema) y el estado (objetivo) de un proceso o producto centrándose en los hechos. La declaración del problema debe diseñarse abordando las preguntas ¿Quien? ¿Que? ¿Donde? ¿Cuando? y ¿Porque?.
Cuando hablamos de un “problema” se refiere a una situación que presenta un obstáculo, una oscuridad, una incógnita o un reto; en fin, un problema es una situación que requiere una solución. Sin embargo, una misma situación problemática puede ser expresada de muchas maneras, a través de muchas preguntas. Según como el sujeto postule las preguntas, así mismo caracterizará el problema y dará los primeros indicios de su solución. Esta interpretación de los problemas es un paso esencial en todo pensamiento crítico: ¿cuál es la situación que requiere una solución?, ¿es una situación realmente problemática o es obvia?, ¿dónde está el obstáculo para resolverla?, ¿es el único obstáculo? Comprender el problema es, pues, el primer paso que debemos realizar.
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